REGOCIJO ARRIBA Y ABAJO (SI NO FUERA TAN SERIO, SERÍA
PARA REÍRSE).
Paysandú, 23 de julio de 2013 (con los diarios del lunes) Fotos originales: Miguel Kertesz
Querida Antoñeta:
Esta noche, tal como te pedí, no me esperaste a cenar.
Incluso, como sabés, tuve trabajo extra. Estuve en Paysandú, invitado por mi amigo Horacio y no me pude negar a
un pedido así, que venía de tan alta personalidad. Por lo menos, te mando algunas fotos que saqué con la camarita aquella, tan bonita, que se nos llenó de hongos.
Estuvo presente un ex mafioso regenerado, amigo de
Horacio, quien, gentilmente, accedió a traer unas promotoras de supermercado,
autorizadas especialmente para sostener los cubiertos durante el asado con
cuero que allí se desarrolló.
Horacio, tan gentil como siempre, ha conseguido esa
casita que tanto te gusta, el hermoso lugar que se presta a los vecinos. Me
pidió que le alcanzara un par de botellas de refrescos y, como siempre, no fue
tacaño y convidó.
Pero se fue antes de terminar la fiesta y me dijo al
oído: “Hay algo que no me gusta”.
Cuando le pregunté qué era lo que no le gustaba, me dijo:
“Todas estas chicas están siendo estimuladas a ejecutar actos sexuales o
eróticos.
En la mesa hay un polvo blanco, traído por el ex
mafioso regenerado, que no parece sal. Soy abogado, además de ocupar el cargo
que ocupo y esto me huele mal…” Y no quiso suspender la fiesta, que tan
divertida parecía. Incluso, llegó a cantar con una de las chicas, de 17 años,
casi 18, que, a la postre, se iría con él.
Parece que el amigo Horacio se tomó un par de whiskies.
Eso comentó. Te juro, mi amor, que yo no vi el whisky pero, como es una bebida
permitida, no me preocupé. Sí, me preocupé cuando vi a Horacio saliendo con una
de las chicas y con una funcionaria (firme, en funciones) y subió al coche.
Tuvo
la brillante idea de manejar él, sabiendo que los chanchos andan sueltos de
noche. Le detectaron un 300% de la dosis de alcohol permitida. Estoy seguro que
lo hizo para ver si los funcionarios más temidos de la institución cumplían
correctamente con su tarea. Y lo hicieron, con lo que su nombre quedó
reivindicado pero el de nuestro querido Horacio, enchastrado.
Lo que no me banco, querida, es que su propio jefe diga
que se siente traicionado, se dedique a recoger condolencias mientras a él lo
procesaron por tomarse unos vasos de más. Lo que corresponde es que, si es
llamado a la Junta, diga que esta es una nueva forma de regenerar a jóvenes, quienes,
por otra parte, dijeron ser prostituídas habitualmente por el amigo de Horacio.
Me han dicho que Bertil quiere ofrecerme el cargo de
Horacio pero me parece un poco peligroso. ¿A vos, qué te parece?
Tu Petroño.
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